Los empleados de un hospital de Sinkiang que son enviados a vivir con personas de etnia uigur a través del programa “estancia en el hogar” reciben instrucciones de observar actividades “sospechosas” en las familias, tales como no llorar en funerales, dejar de fumar, o dejarse crecer la barba.
El programa “estancia en el hogar” involucra a diferentes funcionarios gubernamentales y a cuadros que deberán vivir en hogares de personas de etnia uigur a fin de monitorearlos y “educarlos”. Bitter Winter ha accedido a un documento emitido por la administración de un hospital, emplazado en la provincia occidental de Sinkiang, el cual detalla los requisitos que deberá respetar el personal enviado a vivir con familias uigures.
Según el documento, titulado Notificación Urgente para Continuar Mejorando el Programa de “Estancia en el Hogar”, se espera que los empleados del hospital se centren en vigilar a familias cuyos miembros hayan abandonado China o cuyo paradero se desconozca, y a “personas que exhiban un comportamiento extraño”. También se espera que el personal determine con qué familiares se contactan con mayor frecuencia aquellos que viven fuera del país.
El documento enumera varios comportamientos considerados sospechosos y que deberán ser investigados. Estos incluyen a modo enunciativo, pero no limitativo, los siguientes: dejar de fumar o beber alcohol, usar barba, no cantar en bodas, o no llorar durante funerales de familiares.
También se deberá prestar especial atención a los padres que no permitan que sus hijos asistan a la escuela sin una razón válida, y a las personas que hayan viajado fuera de China para realizar una peregrinación y que hayan modificado su comportamiento al regresar a sus hogares.
Otros grupos de particular interés son los jóvenes nacidos luego de la década de 1980 que tengan acceso a computadoras y a teléfonos móviles, y aquellos que participen en lecturas clandestinas de las Sagradas Escrituras, las mujeres que se cubran la cara o usen el hiyab, y las personas que hablen sobre ḥalāl (lo permitido) y ḥarām (lo prohibido).
Además, el documento enumera siete tipos diferentes de informes que todo funcionario perteneciente al programa de “estancia en el hogar” deberá presentar. Entre ellos se enumeran los siguientes: cambios en la cantidad de familiares, nuevas pistas e información que necesiten una investigación más profunda, información sobre los viajes de familiares que sean considerados problemáticos en términos de estabilidad social, celebraciones tales como circuncisiones o bodas, otros eventos familiares, como por ejemplo funerales, comportamiento “antinormativo” y demás.
El personal también deberá enseñarles a los miembros de los hogares asignados todo lo concerniente al Partido y a sus políticas. Según los documentos, los empleados del hospital que participen en el programa deberán “explicar claramente la asistencia desinteresada proporcionada por las provincias que ayudan a Sinkiang a las personas pertenecientes a todos los grupos étnicos existentes en Sinkiang”, “la dedicación desinteresada de las tropas, de los oficiales armados y de los soldados que se encuentren cumpliendo misiones en Sinkiang en aras de lograr la estabilidad social y la seguridad perdurable de la provincia” y demás.
La enseñanza del idioma chino también se encuentra entre las tareas que deberán llevarse a cabo como parte del programa de estancia en el hogar.
Una persona de edad avanzada cuyo hogar ha sido ocupado siguiendo las directivas del programa, se quejó afirmando: “Las personas que se quedan con nosotros nos siguen a ‘distancia cero’ y siempre nos están tomando fotos. Me siento como un prisionero, pero sé que también han sido obligados por el Gobierno a vigilarnos. Si no lo hacen, perderán sus empleos”.
Información de Li Zaili