Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El Ministerio de Educación chino ha uniformado y "sinizado" los planes de estudio, y está capacitando a los maestros y profesores para que utilicen los nuevos materiales para criticar a occidente y promover el ateísmo.
Las universidades chinas promueven la cerrazón mental al prohibir el conocimiento religioso y la cultura occidental, y tanto los estudiantes como los profesores ven su futuro amenazado.
En lo que respecta a la Navidad del año pasado, el espíritu del Gobierno chino fue simple: olvídate de Cristo, homenajea a Mao Zedong.
Profesores cristianos extranjeros fueron deportados, y estudiantes y maestros cristianos se enfrentan a sanciones, mientras que las escuelas chinas buscan reforzar el evangelio según Marx.
En un esfuerzo aún mayor por suprimir la fe religiosa, establecimientos educativos de la provincia de Shandong desarrollan iniciativas tendientes a presionar a estudiantes y maestros para que se comprometan a rechazar a Dios o enfrenten las consecuencias.
En un intento por controlar las mentes de los jóvenes del país, el Partido Comunista Chino está trabajando para infiltrarse en las universidades.
Las regulaciones tendientes a «proteger» a los menores de la religión alcanzan un nuevo nivel de absurdo, ya que las iglesias situadas cerca de establecimientos educativos se ven obligadas a cerrar sus puertas, además de verse obligadas a proporcionar listas con los nombres de sus miembros jóvenes.
El Gobierno chino está acosando a escuelas primarias y secundarias para que las mismas les enseñen a los estudiantes que el ateísmo, no la religión, es el mejor sistema de creencias.
Más de un millón de uigures languidecen en los campos de reeducación, pero millones siguen en libertad en la incierta tierra de nadie, donde una palabra descuidada o un capricho administrativo podría ponerlos tras las rejas.
Algunas universidades emplazadas en la provincia de Henán han incluido una evaluación sobre conocimiento antirreligioso como parte de los requisitos de graduación, y están intensificando la promoción del ateísmo entre los estudiantes recién inscriptos.
El PCCh aplica mano de hierro en universidades chinas en un intento por transformarlas en «más patrióticas». Profesores y miembros del personal son expulsados ante la menor sospecha sobre su fe.
Todas las referencias a Dios y la religión fueron eliminadas de los materiales de lectura para niños, incluidos los Diez Mandamientos.
Las autoridades están recopilando información sobre las creencias religiosas de los niños y están obligando a los maestros a impartir propaganda del PCCh durante las clases en escuelas y en jardines de infantes.
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