China gasta muchos recursos para suprimir la religión e invierte aún más para ocultar dicha supresión: cerrando calles, vigilando redes sociales y acosando a reporteros.
Más demoliciones de templos y destrucción de estatuas religiosas en Hubei
En el mes de mayo, el PCCh puso en marcha otra campaña a gran escala contra lugares budistas y taoístas emplazados en la provincia central de China donde se originó el coronavirus.