El clero perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías se ve obligado a interpretar la Biblia a través del prisma de la cultura tradicional china; siendo dicha exigencia parte de la campaña del PCCh tendiente a hacer que las religiones sean "más chinas".
Las oportunidades de empleo para los creyentes disminuyen rápidamente
A las personas que se les revela su fe se les niegan derechos básicos, tales como el empleo y la seguridad social. Incluso sus familiares sufren tras las investigaciones llevadas a cabo por los empleadores.