Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El PCCh inventa nuevos pretextos para reprimir a las personas de fe. En la provincia de Zhejiang, los negocios de los creyentes se ven amenazados si los mismos desobedecen las órdenes del Gobierno.
A fin de implementar la orden de eliminación de cruces impartida por el Gobierno central, las autoridades locales aplicaron medidas represivas contra las iglesias protestantes estatales emplazadas a lo largo de toda la provincia.
A fin de intimidar a las iglesias no registradas emplazadas en la provincia de Zhejiang, los funcionarios locales ordenan despojar a las mismas de sus cruces y de otros símbolos religiosos y clausurar sus lugares de reunión.
Desde abril hasta junio, previo a las inspecciones del Gobierno provincial, las autoridades locales ordenaron eliminar las cruces situadas en los techos de lugares protestantes y católicos.
En medio de la campaña nacional de remoción de cruces del PCCh, una iglesia estatal y una iglesia doméstica emplazadas en una aldea de la provincia de Zhejiang fueron atacadas por guardias de seguridad contratados por el Gobierno.
Durante el segundo semestre del año pasado, tanto las iglesias domésticas como los lugares de culto aprobados por el Estado fueron severamente reprimidos por el Gobierno.
A pesar de haber sido aprobadas por el Gobierno, las iglesias de las Tres Autonomías ya no tienen garantizada la protección del Estado y a menudo se convierten en blanco de la persecución religiosa.
Las provincias de Jiangsu y Liaoning continúan reduciendo el número de lugares donde los creyentes pueden reunirse, prohibiendo tanto iglesias estatales como domésticas.
Como parte de la actual campaña tendiente a erradicar las religiones, el régimen elimina los símbolos religiosos y presiona a los creyentes para que abandonen a Dios y sigan al Partido Comunista.
Nada puede impedir que el PCCh persiga a las personas de fe. Ni siquiera la propagación de un virus mortal.
El PCCh sigue adelante con su campaña de demolición de símbolos cristianos, ya que el régimen autoritario los percibe como una amenaza contra su Gobierno.
La campaña del PCCh tendiente a eliminar los símbolos religiosos de los lugares de culto continúa siendo implementada de manera implacable, y los creyentes son hostigados tanto en sus lugares de culto como en sus hogares.
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