Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El objetivo del Gobierno chino es crear grupos "religiosos" con características propias del Partido mediante la transformación sistémica de su ideología.
Las autoridades locales del condado de Dangshan, en Anhui, detienen las protestas contra la demolición de una iglesia de 100 años de antigüedad, prometiéndole a la congregación construir un nuevo lugar de culto y compensarlos financieramente. La promesa nunca fue cumplida.
Las autoridades chinas derriban y clausuran iglesias y los argumentos que utilizan para hacerlo son cada vez más inverosímiles.
Las autoridades de la ciudad de Sanmenxia, en Henán, han emitido una orden para reemplazar cruces por banderas nacionales chinas en las iglesias pertenecientes al Movimiento Patriótico Protestante de las Tres Autonomías.
Una iglesia protestante aprobada por el gobierno en Henán fue clausurada a principios de este año debido a su proximidad a una escuela.
Las autoridades derribaron una iglesia controlada por el estado en el poblado de Chenji hace dos años y hasta ahora no han permitido su reconstrucción.
En dos incidentes acaecidos en la provincia de Henán, las autoridades desplegaron un total de 70 agentes para eliminar los carteles religiosos de iglesias aprobadas por el gobierno.
El líder de una iglesia protestante de las Tres Autonomías fue sentenciado a un año de prisión por permitir que dos pastores de otro poblado dieran un sermón.
Las autoridades locales destruyeron una iglesia protestante aprobada por el gobierno que había sido custodiada por sus miembros día y noche durante tres años.
En Shandong, las autoridades intentaron impedir que los creyentes protestaran por la demolición, cavando una zanja frente a la iglesia.
En un ataque constante hacia las iglesias de las Tres Autonomías, las autoridades han cerrado más iglesias en la ciudad de Luoyang, en Henán.
Una iglesia protestante sancionada por el estado en la provincia de Zhejiang ha sido hostigada en varias ocasiones; una vez, las autoridades enviaron a 500 personas para demoler su cruz.
Iglesias de la ciudad de Jilin, en Yushú, han sido atacadas cada vez más por las autoridades chinas desde la implementación del nuevo Reglamento sobre Asuntos Religiosos.
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