Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
El objetivo del Gobierno chino es crear grupos "religiosos" con características propias del Partido mediante la transformación sistémica de su ideología.
Las autoridades de Henán continúan amenazando y coaccionando a los creyentes para que «donen» sus lugares de culto. Solo en el mes de junio, se apoderaron de más de 11 lugares emplazados en el condado de Luanchuan.
Tres iglesias protestantes aprobadas por el Gobierno han sido destruidas en la ciudad de Linyi en la provincia de Shandong por diversas razones inventadas.
El Partido Comunista Chino (PCCh) continúa apoderándose de lugares de culto, y amenazando a las congregaciones con demoler sus edificios si se rehúsan. Aquí presentamos testimonios procedentes de Jiangxi, Liaoning y Shaanxi.
Con el aumento de la vigilancia llevada a cabo por agentes encubiertos en iglesias aprobadas por el Estado, los feligreses deben actuar con precaución para evitar ser implicados y reprimidos.
Cuando los miembros de la congregación se negaron, las autoridades de Shaanxi destruyeron, con un pretexto fabricado, una iglesia protestante aprobada por el Estado.
El Partido Comunista Chino (PCCh) está invadiendo iglesias de las Tres Autonomías: se introduce propaganda en los sermones, las cruces son reemplazadas por símbolos comunistas, e incluso se cambia el estilo arquitectónico de los edificios.
Predicadores y pastores de la Iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Estado continúan siendo víctimas de abuso violento por cualquier discrepancia con el plan del PCCh (Partido Comunista Chino) de reprimir a los creyentes.
El Partido Comunista Chino (PCCh) controla estrictamente a los pastores y predicadores designados por el Estado, así como también a los miembros de sus congregaciones, limitando la práctica de su fe a las áreas donde viven.
Desobediencia civil en la Iglesia protestante controlada por el Estado. Varias comunidades escapan de las imposiciones ideológicas y buscan crear puentes con lo “irregular”.
La ideología patriótica y la cultura tradicional china reemplazaron por la fuerza a las actividades religiosas, y las iglesias son presionadas para representar obras teatrales y óperas con el objetivo de transformar la fe.
Creyentes pertenecientes a iglesias controladas por el Gobierno ven cómo sus libertades personales y religiosas son violadas, mientras las autoridades vigilan cada uno de sus movimientos.
Los compromisos que las iglesias de las Tres Autonomías llevaron a cabo con el Gobierno chino solo dieron como resultado una persecución intensificada, no la paz.
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