Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Un libro escrito por el politólogo estadounidense Carsten Vala responde a la pregunta de por qué algunas Iglesias domésticas son “toleradas” y otras son perseguidas en China.
Hace cuatro años, varios colaboradores y más de 70 creyentes de una Iglesia doméstica en la prefectura de Liangshan, en la provincia de Sichuan, fueron arrestados; uno de ellos fue golpeado severamente mientras estaba bajo custodia.
La persecución y clausura de iglesias domésticas en la provincia de Liaoning ha aumentado después de que el gobierno chino adoptara una legislación especial a principios de este año.
Cientos de cristianos de toda China fueron arrestados durante una gran congregación religiosa en la provincia de Hubei.
La policía arrestó a cuatro ancianos cristianos de una iglesia doméstica emplazada en Sichuan. Uno de ellos, temiendo que las autoridades cancelaran sus subsidios de subsistencia, intentó suicidarse.
Acosado por sus actividades religiosas y dos viajes a Taiwán, el líder de una iglesia doméstica se vio obligado a esconderse de las autoridades durante años.
Desde finales de marzo, las autoridades chinas prohibieron la venta de la Biblia en línea y restringieron la distribución de literatura religiosa, clausurando a numerosos vendedores.
Los miembros de una familia cristiana en la provincia de Anhui han sido separados debido a la persecución sancionada por el PCCh.
En el año 2015, una creyente fue arrestada y sentenciada a dos años de cárcel por creer en un movimiento religioso heterodoxo.
Una iglesia doméstica en Jilin fue destruida a mediados de julio y más de 200 creyentes fueron arrestados; ahora, perderán sus casas porque las autoridades locales han ordenado demoler su conjunto habitacional de 8 pisos.
Bitter Winter ha recibido informes procedentes de la ciudad de Lanzhou, en la provincia de Gansu, donde diez creyentes de una iglesia doméstica fueron ilegalmente detenidos y severamente torturados por sus creencias.
Una creyente fue reprendida por financiar la construcción de una iglesia y las autoridades exigieron demolerla.
Un miembro de una iglesia coreana en la ciudad de Hailin, provincia de Heilongjiang, fue intimidada por las autoridades y se le prohibió celebrar reuniones religiosas.
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