Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Un viaje fotográfico a través de una región cuya identidad está amenazada por la "sinización".
Las autoridades han implementado medidas estrictas para disfrazar un campamento como un centro de formación profesional.
Las autoridades en Sinkiang han estado dictando sentencias ilegales de más de diez años a musulmanes chinos.
Un campamento de «transformación por medio de educación» emplazado en la ciudad de Urumqi, en Sinkiang, alberga una fábrica secreta donde 300 mujeres de etnia uigur detenidas son obligadas a trabajar.
La mayoría de las mezquitas emplazadas en esta ciudad de Sinkiang ya habían sido demolidas, pero ahora también se están clausurando las restantes.
Una escuela secundaria en Sinkiang ha sido transformada en un campamento por las autoridades.
La administración de una iglesia emplazada en Sinkiang fue sistemáticamente hostigada por las autoridades a lo largo de los años.
La gente cada vez siente más temor de las autoridades, ya que las detenciones de musulmanes chinos se vuelven más frecuentes y aleatorias.
La política de «defensa conjunta de diez hogares» se está extendiendo rápidamente a través de Sinkiang y aterrorizando tanto a las minorías como al pueblo chino de etnia han.
Las autoridades de Sinkiang visitan viviendas de musulmanes y les obligan a deshacerse de todos los objetos domésticos con símbolos islámicos.
Una funcionaria de Sinkiang debe participar en el programa de adoctrinamiento forzado de musulmanes uigures y no se le permite renunciar.
Las autoridades engañaron a más de 40 hombres musulmanes de una aldea de mayoría étnica Hui y los detuvieron en un «campamento de transformación por medio de educación».
Un grupo de seis predicadores viajó a Sinkiang y fueron arrestados por la policía. Además, sufrieron brutales torturas físicas mientras se encontraban detenidos.
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