Revista sobre \n la libertad religiosa y \n los derechos humanos en China
Un viaje fotográfico a través de una región cuya identidad está amenazada por la "sinización".
En Sinkiang continúa habiendo una campaña masiva contra el islam. Se han demolido las mezquitas que los musulmanes de la zona han construido con años de esfuerzo y se ha arrestado tanto a los imanes como a los manifestantes.
Desde la primavera de 2017, las autoridades chinas han incrementado sus esfuerzos de represión contra el Islam, demoliendo innumerables mezquitas y enviando a musulmanes a campos de reeducación.
El Partido Comunista de China ha convertido el antiguo Centro para el control y prevención de enfermedades de Xigebi, en la ciudad de Kumul, región de Sinkiang, en un centro para el estudio y la conversión o, como se le conoce popularmente, en un campamento de transformación por educación.
Más de doscientos niños musulmanes uigures, de siete a diecisiete años, terminaron en el sistema de bienestar social de la ciudad de Bole, en Sinkiang, debido a que sus padres y parientes fueron arrestados y enviados a los llamados «campos de reeducación».
Oficiales chinos han negado la existencia de los campos de reeducación y se han negado a aceptar inspecciones por parte de países extranjeros, lo que aumenta las preocupaciones sobre violaciones a los derechos humanos en China, informa el periódico canadiense The Globe and Mail.
Las autoridades comunistas chinas han creado una inmensa red de campos de «reeducación» para musulmanes uigures en Sinkiang desde el comienzo de su campaña masiva de «sinicización de la religión».
La policía del PCCh arrestó a casi todos los varones musulmanes mayores de treinta años en una aldea de Sinkiang y los envió a “campos de transformación por la educación”, una inmensa red de campos para la minoría étnica de los uigures, originarios de la región, creada por el gobierno como parte de una gran represión contra los musulmanes, lanzada en 2014.
Desde principios de 2018, las autoridades chinas han estado implementando el llamado programa de «estancia en el hogar» en Sinkiang: más de un millón de cuadros y funcionarios son enviados a vivir con familias musulmanas uigures, para adoctrinarlos y buscar señales de extremismo religioso.
Los musulmanes en China han sufrido ataques devastadores desde que el Partido Comunista de China (PCCh) intensificó su acción contra las libertades religiosas: los creyentes son encarcelados y las mezquitas son destruidas.
Desde abril de 2017, el Partido Comunista de China ha estado llevando a cabo ceremonias de lealtad al Partido en instituciones gubernamentales, y empresas, así como también en colegios y universidades.
El 24 de Mayo de 2018 tuvo lugar una acalorada discusión en las Naciones Unidas, en Nueva York. Los Estados Unidos y Alemania acusaron a China de mantener a cientos de miles de musulmanes uigures en “campos de reeducación”.
China Digital Times presenta una compilación de informes de académicos, organizaciones de derechos humanos y medios de comunicación sobre campamentos de reeducación masiva para musulmanes chinos en Sinkiang y la campaña del gobierno contra las religiones en China.
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