Los presos religiosos son puestos a trabajar fabricando ropa o aparatos electrónicos en condiciones inhumanas: los días laborales tienen 12 horas, se les niegan alimentos nutritivos y atención médica, y se los tortura.
Alivio de la pobreza en Sinkiang: esclavitud en fábricas similares a una prisión
Un hombre de etnia han que se desempeña como gerente de una fábrica de ropa emplazada en Sinkiang revela inquietantes detalles del abuso al que son sometidos los uigures locales, oculto tras falsos proyectos tendientes a mejorar sus vidas.