Las autoridades locales en Yunnan recurrieron al engaño para demoler ilegalmente un templo.
En la última semana de junio, un templo budista situado en el condado de Suijiang de la provincia de Yunnan, cayó presa del continuo ataque del Partido Comunista Chino (PCCh) contra la fe religiosa.
El subdirector del Congreso Popular local, acompañado por más de 20 funcionarios y trabajadores, visitó el templo y declaró que el templo debía ser demolido porque «afectaba la apariencia de la ciudad». Cinco fieles presentes en el momento protestaron contra la medida, pero pronto las autoridades los despidieron diciendo que el templo sería reconstruido en un nuevo sitio.
Una vez que ellos se retiraron, las autoridades aprovecharon la oportunidad y comenzaron el trabajo de demolición. Según los espectadores, el jefe del equipo de ejecución rompió la estatua de Buda con un martillo y otros oficiales cargaron en camiones de saneamiento artículos pertenecientes al templo. En dos horas, el templo se había convertido en un montón de ruinas.
Según los residentes locales, el templo era una fuente de calidez y unión durante cada festival religioso.
Informado por Bai Lin
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