Los miembros de grupos religiosos catalogados como «sectas malvadas» por el régimen chino están siendo «transformados» por medio de adoctrinamiento mientras cumplen sus sentencias.
por Yang Guang’an
Una miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) procedente de la provincia oriental de Jiangsu fue sentenciada a tres años de prisión solo a causa de su fe, al ser acusada de «utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley». Recientemente liberada, la mujer le contó a Bitter Winter su experiencia mientras estuvo en cautiverio.
“Durante mi encarcelamiento me vi obligada a recitar los reglamentos de la prisión y los textos de las leyes nacionales. A menudo me obligaban a escribir informes ideológicos hasta la medianoche”, de esta forma la mujer comenzó a relatarnos su historia. El director de la prisión también la presionó repetidas veces para que firmara las «tres declaraciones» –la declaración de confesión, la declaración de crítica y la declaración de ruptura de lazos– y renunciara a su fe. Debido a que se negó a hacerlo, los guardias de la prisión recibieron la orden de golpearla y torturarla. Los mismos le aplicaron descargas utilizando bastones eléctricos, amenazándola con electrocutarla si seguía negándose a firmar las declaraciones.
«Solo me daban de comer un bocado de gachas y la mitad de un bollo al vapor una vez por día, por las mañanas, durante 17 días consecutivos», continuó relatando la mujer. La misma cree que al hacerla pasar hambre, los guardias esperaban que cediera. También rociaban su cara y ojos con agua con pimienta, afirmando que «nadie abandonaba ese lugar antes de haber sido transformado».
El hostigamiento se intensificó durante el segundo semestre del año 2018. “Como castigo, me vi obligada a permanecer quieta por horas durante el día y luego a copiar a mano los textos de los materiales de adoctrinamiento hasta la medianoche, para luego tener que quedarme quieta una vez más. A veces solo me permitían dormir dos horas como máximo. A menudo me sentía mareada, perdí más de 15 kilos de peso. Fui torturada de esta manera durante cuatro meses”, afirmó la mujer al recordar esos horribles días.
Según los documentos obtenidos por Bitter Winter, los cuales fueron emitidos por instituciones de todos los niveles del Gobierno, a las prisiones que detienen a reclusos condenados por «utilizar una organización xie jiao para socavar la aplicación de la ley», se les imponen cuotas de «transformación». Por ejemplo, la Comisión de Asuntos Políticos y Jurídicos de la provincia de Shanxi les exigió a las prisiones bajo su jurisdicción asegurarse de que el 85% de todos los miembros de organizaciones xie jiao condenados sean transformados antes de ser liberados, lo que significa que tienen que confesar sus «crímenes» firmando las «tres declaraciones», revelar todos los detalles sobre sus prácticas religiosas, lugares de culto y compañeros creyentes, así como también comprometerse a no volver a participar en ninguna actividad religiosa.
Un documento emitido en el año 2019 por el Gobierno de un condado de la provincia de Zhejiang exige «transformar mediante adoctrinamiento» al menos al 80% de los miembros de la IDT que hayan sido previamente arrestados o registrados por el Estado, y garantizar que menos del 20% de los creyentes «transformados» retoman su fe.