Antes de una inspección del Gobierno central, funcionarios del condado de Luanchuan sustituyen la ley fundamental del cristianismo con propaganda comunista en las iglesias estatales.
por Han Sheng
En el mes de noviembre, el Gobierno del condado de Luanchuan, administrado por la ciudad de Luoyang, en la provincia central de Henán, emitió una notificación en la cual exigía eliminar los diez mandamientos y el credo de los apóstoles de sus 17 iglesias protestantes estatales y lugares de reunión. La decisión fue tomada en preparación para la visita del Equipo Central de Inspección encargado de supervisar el trabajo religioso. Posteriormente, los cánones, las doctrinas y otros símbolos cristianos existentes en estas iglesias fueron reemplazados por consignas que promovían los valores socialistas centrales y la cultura tradicional china.
El 12 de noviembre, funcionarios del Departamento de Trabajo del Frente Unido (UFWD, por sus siglas en inglés) del condado, liderados por su director, irrumpieron en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Dangcun del poblado de Tantou y ordenaron retirar los diez mandamientos y el credo de los apóstoles del lugar, pero los miembros de la congregación se negaron a acatar las órdenes. Cuatro días después, aproximadamente 20 oficiales de policía y funcionarios de la aldea acudieron a la iglesia y trataron de ingresar por la fuerza, pero fueron detenidos por los creyentes que estaban vigilando su lugar de culto.
Un testigo presencial le dijo a Bitter Winter que algunos creyentes de edad avanzada bloqueaban la puerta principal, mientras que otros formaban una cadena humana, tratando de impedir que los funcionarios ingresaran a la iglesia.
“¡Defiende el verdadero camino! ¡Protege los diez mandamientos!”, gritaban los creyentes durante la confrontación que duró horas. Los oficiales de policía y los funcionarios de la aldea se marcharon esa noche, pero no renunciaron a sus planes. Posteriormente amenazaron a la encargada de la iglesia con clausurarla, e incluso demolerla a menos que prometiera reemplazar los diez mandamientos y el credo de los apóstoles con consignas que promovieran la cultura tradicional china.
“Una resistencia de este tipo significa oposición contra el Partido Comunista. Los mismos amenazaron con acorralar a los miembros de la congregación, como es su costumbre”, le dijo un miembro de la iglesia a Bitter Winter.
Para poder salvar la iglesia, los creyentes terminaron sucumbiendo a las exigencias: 17 consignas asociadas con la cultura tradicional china, entre las que se incluían, «lealtad (忠 Zhōng)», «piedad filial (孝 xiào)», «benevolencia (仁 rén)», «justicia (義 yì)” y “virtud (德 dé)” reemplazaron los diez mandamientos y el credo de los apóstoles.
El 14 de noviembre, funcionarios del UFWD y del municipio de Luanchuan se presentaron en una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en la aldea de Bailu para «inspeccionar sus instalaciones» y retiraron por la fuerza los diez mandamientos y el credo de los apóstoles de los muros de la misma.
Los indignados creyentes exigieron una explicación. “La demolición no necesita razón alguna. Esta es una política del Gobierno central”, respondió el director del UFWD.
Ese mismo día, intimidados por las autoridades, los miembros de la iglesia de las Tres Autonomías de Chengguan, la iglesia más grande del condado de Luanchuan, también se vieron obligados a eliminar los diez mandamientos y el credo de los apóstoles.
Una iglesia emplazada en el poblado de Shizimiao del condado fue continuamente hostigada por la policía y por funcionarios locales durante varios días. El 13 de noviembre, 18 personas, entre las que se incluía el director del UFWD del condado, el secretario del condado de Shizimiao y oficiales de policía, volvieron a allanar la iglesia. El director les advirtió a los feligreses que el primero de los diez mandamientos –»No tendrás dioses ajenos delante de mí”– no podía existir en particular, y que todos los demás signos y símbolos religiosos debían ser eliminados. Los funcionarios los reemplazaron con carteles que promovían los valores socialistas centrales.
El presidente Xi Jinping parece estar siguiendo los pasos de Adolfo Hitler, quien lanzó su versión del Nuevo Testamento desjudaizado y luego produjo un nuevo Catecismo que contenía doce en lugar de diez mandamientos, entre los que se incluía, «Respeta a tu Führer y maestro». Similar a la Alemania gobernada por los Nazi, donde las banderas con la esvástica y los retratos de Hitler eran omnipresentes, en la China totalitaria, la bandera nacional está reemplazando las cruces dentro y fuera de los lugares de culto, y los símbolos religiosos son sustituidos por imágenes del presidente Xi: el único Dios al que se puede adorar. Evocando los perturbadores recuerdos de la quema de libros etiquetados como «judíos», «no alemanes» o contrarios al partido Nazi llevada a cabo en el año 1933, a principios de este mes, se quemaron «libros ilegales» y publicaciones religiosas fuera de una biblioteca emplazada en el condado de Zhenyuan, en la provincia china noroccidental de Gansu.