Oxford University Press publica la investigación llevada a cabo por Massimo Introvigne sobre el movimiento religioso más perseguido en China.
por Ruth Ingram
¿Qué es lo que impulsa al Gobierno de la nación más grande y posiblemente una de las más poderosas de la tierra a enfrentarse a un grupo relativamente pequeño de su gente con tal crueldad e intensidad que torna insoportable la vida normal, provocando que «por lo menos 500 000 personas» (según un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos) se vieran obligadas a huir para poder salvar sus vidas?
Brutalmente perseguidos, torturados y calumniados por una amplia variedad de titulares de noticias falsas, los miembros de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT) han sido perseguidos por el Gobierno chino con una crueldad que raya en la vendetta. A través de noticias falsas, el Partido Comunista Chino (PCCh) logró empañar la imagen de la IDT tanto en el país como en el extranjero, a pesar de que en los últimos años los académicos han propuesto una versión diferente de los hechos, la cual está siendo lentamente aceptada por los Gobiernos democráticos y los medios de comunicación.
En un intento por comprender el movimiento en sí y la razón oculta detrás de la implacable persecución llevada a cabo por el PCCh contra sus fieles, el profesor Massimo Introvigne, fundador y director general del Centro de Estudios sobre Nuevas Religiones (CESNUR) y editor en jefe de Bitter Winter, ha entrevistado a decenas de miembros de la IDT y ha rastreado las principales fuentes de noticias y documentos del Gobierno chino, tanto públicos como secretos. En su determinación de separar los hechos de la ficción en la vida de este nuevo movimiento cristiano idiosincrásico, ha entrevistado a oficiales de la policía china y a representantes del PCCh y ha hablado con activistas antisectas e investigadores involucrados en la campaña oficial del PCCh contra la Iglesia.
Sus innovadoras conclusiones pueden ser halladas en un nuevo libro titulado, «Explorando la Iglesia de Dios Todopoderoso: el movimiento religioso más perseguido en China» (Nueva York: Oxford University Press, 2020), el cual se propone examinar sus principios básicos, responder algunas de las preguntas y controversias que lo rodean y hacer pública una campaña de implacables falsedades perpetradas por el PCCh, en su determinación de desacreditar y destruir a la IDT.
Al rastrear los primeros días del grupo, el cual surgió durante el renacimiento del cristianismo chino a principios de la década de 1990, y que inicialmente se llamó «Relámpago Oriental», Introvigne lleva al lector a un recorrido por el propio movimiento, con el telón de fondo de la obsesión y determinación del Gobierno chino de librar al país de lo que llama xie jiao, o enseñanzas heterodoxas. El mismo efectúa una crónica de los hitos de la Iglesia hasta el día de hoy, con la implacable ofensiva impulsada por Xi Jinping para erradicarla por completo y «sinizar» todo lo que vive y respira en su «Nueva Era» de presidente perpetuo.
A pesar de que la traducción usual al inglés de xie jiao es «secta» o «secta maligna», la cual inmediatamente resonaría en una audiencia occidental como algo indeseable, Introvigne explica que el significado histórico de la palabra tiene sus raíces en la era Ming tardía, cuando los Gobiernos estaban preocupados por temor a ser tomados. Y aquí radica el problema, hasta el día de hoy, de cualquier grupo que se niegue a someterse al dominante liderazgo del Gobierno del PCCh: es percibido como una amenaza y debe ser destruido. Algunas religiones han sido toleradas y hasta ahora sobrevivieron en una forma supervisada por el Estado, pero frente al esfuerzo concertado de Xi Jinping para poner a todas las religiones bajo el estandarte del Partido, incluso su futuro pende de un hilo.
Dado que, según las estimaciones efectuadas por el Gobierno, los seguidores de la IDT actualmente suman aproximadamente cuatro millones, los funcionarios del PCCh entrevistados para este libro la han apodado el «nuevo Falun Gong», e informan que en estos días hay más oficiales de policía desplegados intentando atrapar a sus miembros que a los de Falun Gong. Por supuesto, la teología de la IDT es totalmente diferente de la de Falun Gong, y la etiqueta refleja la percepción que tiene el PCCh del movimiento en lugar de reflejar alguna característica inherente al mismo.
Introvigne es un sociólogo, y el libro en sí es un trabajo académico, a pesar de que a veces pareciera que se está leyendo un veloz thriller, con historias de secuestros, intrigas, un terrible asesinato, una mutilación de niños llorosos y una emocionante escapada al aeropuerto. Que en este relato no se habla solamente de un movimiento, sino de vidas humanas destruidas o truncadas, está vívidamente ilustrado en las primeras páginas del libro, con las descripciones gráficas efectuadas por Introvigne sobre el innecesario maltrato al que fueron sometidos algunos de sus adeptos, quienes por razones de conciencia se negaron a renunciar a sus creencias o a traicionar a sus compañeros de fe. Leemos el resto del libro con los últimos momentos de estos nueve testigos de la brutalidad del PCCh grabados en nuestras mentes.
A pesar de que algunos académicos afirman que las creencias de la IDT se parecen en gran medida a las del protestantismo, los caminos divergen marcadamente en su creencia de que Jesús se ha encarnado en el cuerpo de una mujer china, adorada como Dios Todopoderoso, quien, según se afirma, ha marcado el comienzo de una nueva era para el mundo. El movimiento no reveló su nombre, pero algunos académicos creen que se llama Yang Xiangbin, nacida en el noroeste de China en el año 1973. Mientras que el Antiguo Testamento es denominado la Era de la Ley, y el Nuevo Testamento y la era inaugurada por Jesús, la Era de la Gracia, creen que la encarnación de Dios Todopoderoso ha dado paso a los últimos días y a la «Era del Reino».
La persona adorada como Dios Todopoderoso, quien ya era miembro de una iglesia doméstica clandestina en el año 1989, comenzó a pronunciar palabras en febrero de 1991, las cuales fueron recibidas como directamente provenientes del Espíritu Santo y posteriormente difundidas en una gran cantidad de iglesias domésticas. Zhao Weishan, quien por entonces era líder de una iglesia doméstica y aceptó estos mensajes, fue posteriormente designado como el sacerdote y el principal líder administrativo del movimiento.
La gente sentía que las palabras de Dios Todopoderoso ayudaban a desentrañar misterios de la Biblia y les mostraban cómo deberían vivir. A través del subsiguiente millón de palabras que Dios Todopoderoso pronunció entre 1991 y 1992, los seguidores se convencieron de que «a pesar de que Jesús había realizado la obra de la redención, la corrupción humana solo podría ser erradicada mediante la nueva revelación de Dios Todopoderoso», y que la persona que estaba hablando a través de los mensajes era, de hecho, la encarnación de Dios Todopoderoso.
Tras un período de consolidación, el movimiento comenzó a crecer rápidamente a partir del año 1995, inicialmente atrayendo hacia sí a miles de creyentes pertenecientes a iglesias clandestinas existentes, llegando al millón de miembros en el año 2005.
A pesar de que durante la década de 1990 las iglesias clandestinas en sus diversas formas fueron constantemente perseguidas y la IDT fue reprimida desde sus inicios, más tarde se creó una fuerza especial de policía para reprimirlas de manera implacable. Zhao y la persona a la que los miembros de la IDT adoran como Dios Todopoderoso huyeron del país y se les concedió asilo en los Estados Unidos. Desde entonces, el movimiento ha sido dirigido desde el extranjero.
El PCCh hizo todo lo posible para erradicar la Iglesia, confiscando fondos, acosando a los líderes y torturando brutal y sádicamente a la mayoría de los arrestados, algunos hasta la muerte. Aproximadamente 400 000 personas fueron arrestadas antes de fines de 2019, con 146 casos de muertes a manos del PCCh desde la fundación de la Iglesia.
Una de las tácticas preferidas para desacreditar al movimiento ante los ojos de los que residen en el país y en el resto del mundo, ha sido una implacable seguidilla de macabros ataques, sumamente bien publicitados como perpetrados por la IDT, los cuales posteriormente se demostró que no estaban relacionados con la Iglesia. No obstante, es difícil olvidar las falsas acusaciones, y cuando en el año 2014 cinco personas ingresaron a un restaurante McDonald emplazado en Shandong alegando representar a «Dios Todopoderoso», y asesinaron a golpes a una inocente cliente por no haber querido darle su número de teléfono a uno de los asaltantes, el PCCh afirmó que la IDT era la responsable. Cuando durante el juicio a los asesinos se demostró que los mismos pertenecían a otro grupo, quien también consideraba a sus dos líderes femeninas como «Dios Todopoderoso», pero sin estar relacionado con la IDT, la mayoría de los medios de comunicación internacionales ya habían repetido la versión del PCCh de que la IDT era culpable, y no corrigieron su relato. Otras atrocidades utilizadas por el PCCh para culpar a la IDT, las cuales al examinar más detenidamente las pruebas se descubrió que eran fatalmente defectuosas, aún reverberan en los pasillos de la llamada «evidencia» tendiente a desacreditar al movimiento. Las investigaciones de Introvigne descubrieron que, en ocasiones, algunos organismos eclesiásticos tradicionales, molestos ante la pérdida de sus propios miembros para unirse a este grupo, se contentaron con colaborar con el PCCh para mancillar el nombre de la IDT.
Angelia Zheng, quien antiguamente se desempeñaba como maestra en China, es una de los 1000 solicitantes de asilo pertenecientes a la IDT en Corea del Sur. Su solicitud de asilo fue rechazada por el Gobierno coreano, y la misma perdió su apelación ante el tribunal de tercer nivel de Corea del Sur. Actualmente ha presentado una nueva solicitud y vive en un mundo crepuscular de incertidumbre sin saber dónde se encuentra su futuro.
Tras convertirse en miembro de la IDT en octubre de 2007, en febrero de 2008 se vio obligada a vivir una vida a la fuga, huyendo de una ciudad y una provincia a otra, antes de finalmente escapar a Corea del Sur en noviembre de 2014. Hace doce años que no ve a su familia. La misma cree que una gran cantidad de Gobiernos de todo el mundo han sido absorbidos por la campaña de noticias falsas de un régimen que ha recurrido a tácticas solapadas para mancillar el nombre de un grupo que no puede destruir de ninguna otra manera. «Algunas autoridades gubernamentales ‘compran’ esas noticias falsas, dando como resultado la denegación de las solicitudes de asilo procedentes de miembros de la IDT», afirmó. «Incluso existen decisiones de deportarlos a China».
Según una cruda tabla situada al final del libro de Introvigne, miles de refugiados pertenecientes a la IDT se encuentran preocupados y a la espera, con sus vidas en manos de Gobiernos democráticos, muchos de los cuales incluso han llegado a rechazar solicitudes y a emitir órdenes de salida que, si se implementan, casi seguramente darán lugar a penas de prisión, o a algo aún peor.
Angelia ha leído el libro de Introvigne y espera que, a pesar de que obviamente es el trabajo de alguien que no es miembro de la Iglesia, arroje una nueva luz sobre el movimiento de la IDT. «Los miembros de la IDT conforman un grupo de amigables y pacíficos cristianos que solo desean practicar su religión libremente», declara.
Una traducción abreviada al español ha sido publicada por Editorial Comares, Granada, bajo el título «Explorando la Iglesia de Dios Todopoderoso».