La policía china practica la tortura «suave» con el objetivo de destruir el espíritu de la persona mediante el uso de la presión psicológica en lugar de la fuerza física.
Desde principios del mes de abril, la policía provincial de Jiangsu lanzó una operación unificada dirigida contra la Iglesia de Dios Todopoderoso, lo que ha resultado en el arresto de al menos 88 personas. Li Qin (seudónimo) es una de los miembros de este nuevo movimiento religioso cristiano chino que fue arrestada durante la operación. Fue torturada secretamente e interrogada durante tres días con sus noches, y luego fue liberada bajo fianza a la espera de juicio, pero todavía sigue siendo vigilada.
Después del arresto de Li Qin a principios de junio, la policía local irrumpió en su casa y confiscó una gran cantidad de libros religiosos. En la estación de policía, Li fue esposada e interrogada reiteradamente por el director del Departamento de Seguridad Pública sobre las finanzas de la iglesia, amenazándola con implicar a sus hijos y nietos si no proporcionaba información al respecto.
Según fuentes fidedignas, la policía la interrogó hasta las dos de la mañana. Aún así, Li Qin se negó a proporcionar información sobre la iglesia. El director amenazó con torturarla si se negaba a cooperar.
Al día siguiente, la policía llevó a Li Qin a una pequeña habitación cerrada en un hotel, donde fue secretamente torturada e interrogada. Cuatro policías, incluido el director del Departamento de Seguridad Pública de la ciudad y oficiales de la Brigada de Seguridad Nacional, la ataron por la fuerza a una silla de hierro y se turnaron para interrogarla durante tres días y noches seguidas sin permitir que Li Qin durmiera. Tan pronto como la veían cabecear, gritaban su nombre. La falta de sueño hizo que Li se agotara física y mentalmente, por lo que se sintió mareada y aturdida. Las fuentes internas revelan que en los últimos años, la policía a menudo usa la llamada «violencia suave» cuando durante los interrogatorios no aplican ninguna fuerza física que deje marcas y cicatrices, en cambio, apuntan a destruir el espíritu de la persona mediante el uso de presión psicológica.
La familia de Li Qin usó sus conexiones y gastó decenas de miles de yuanes para asegurar su liberación; finalmente, Li fue liberada bajo fianza. Se le prohibió salir de la provincia y se le ordenó estar disponible en cualquier momento. Si la policía llegaba a descubrir que continuaba creyendo en Dios Todopoderoso, recibiría una condena en prisión. Sigue siendo vigilada de cerca por la policía y corre el riesgo de ser detenida o encarcelada en cualquier momento.
Informado por Jiang Tao