El Gobierno del municipio de Chongqing está demoliendo símbolos taoístas y budistas como parte de la campaña nacional de represión contra estatuas religiosas situadas al aire libre.
por Yu Shi
En la guerra librada por el Partido Comunista Chino (PCCh) contra todas las religiones de China, ni siquiera el budismo y el taoísmo –dos de las Tres Enseñanzas de la espiritualidad y la religión chinas, junto con el confucianismo– pueden evadir las persecuciones, ya que los templos son destruidos, sellados o reconvertidos en centros de entretenimiento, y las estatuas de deidades y de Lao-Tzu, el padre del taoísmo, son demolidas.
El Emperador de Jade desaparece
El área escénica de la Montaña Celestial (天堂山), conocida como «Tierra Santa del Emperador de Jade», se encuentra situada en el condado de Fengdu bajo la jurisdicción de Chongqing, un municipio del suroeste de China directamente administrado por el Gobierno central. En el mes de enero, el Gobierno del condado ordenó «rectificar» una escultura de 33 metros de altura que representaba la cabeza del Emperador de Jade –uno de los dioses más importantes del taoísmo chino– que se hallaba situada en la cima de una montaña. La escultura ha sido convertida en una valla publicitaria que dice «El Maravilloso Mundo de la Montaña Celestial».
El área escénica ha sido designada como «Tierra Santa de la cultura taoísta para el turismo y las visitas turísticas en el mundo» por la Asociación de Cultura y Turismo de China y Países Extranjeros y el Comité de Turismo Religioso de China. No queriendo admitir que la estatua había sido alterada como parte de la campaña antirreligiosa, las autoridades afirmaron que la cabeza del Emperador de Jade era «demasiado alta».
«El Gobierno es tan inmoral como para alterar la estatua del Emperador de Jade», comentaron con ira aldeanos locales. «Aquellos que se atreven a enfrentarse a los Cielos no llegarán a un buen final».
500 personas fueron enviadas para demoler una escultura de la cabeza de Buda
Una escultura de 18 metros de altura de la cabeza de Buda situada en el Templo de Dafo (literalmente «Templo del Buda Gigante», emplazado en el poblado de Baijia del condado de Dianjiang, bajo la jurisdicción de Chongqing) también fue demolida por la fuerza porque los funcionarios decidieron que «era demasiado alta».
El 14 de mayo, el Gobierno del condado envió a aproximadamente 500 personas al templo, incluidos agentes de la policía especial y funcionarios de la Agencia de Seguridad Pública y de la Agencia de Protección Ambiental. Los agentes de policía vigilaron el lugar y mantuvieron a la persona a cargo del templo bajo control. En solo dos horas, dos excavadoras demolieron la estatua de la cabeza de Buda que estaba situada en la colina detrás del templo, dejando en pie solo una de las manos de Buda aislada en la ladera.
La escultura había sido construida en el año 2012 con fondos privados, a un costo de más de ocho millones de yuanes (alrededor de 1,12 millones de dólares). Durante la segunda mitad de 2018, el equipo central de inspección de trabajo religioso descubrió la estatua utilizando fotografías aéreas. Los funcionarios la catalogaron como «estructura ilegal» y ordenaron su demolición. Intentando salvar la estatua, la persona a cargo del Templo de Dafo la cubrió con una red de protección solar de color negro, pero aún así fue destruida.
A fines de julio, se cubrieron con pintura las palabras «Montaña del Buda enviado por el cielo» que se hallaban grabadas en una piedra conmemorativa en el templo y los caracteres chinos utilizados para escribir «Templo Dianjiang Dafo» situados sobre la entrada del templo fueron cubiertos con cemento. Un mes después, tres quemadores de incienso que se hallaban situados dentro del templo también fueron demolidos.
A finales de julio, dos estatuas budistas situadas en los poblados de Changsha y Dade (ambos en el distrito de Kaizhou de Chongqing) también fueron demolidas por la fuerza. Un aldeano dijo sarcásticamente: “La estatua budista era demasiado grande y estaba cubierta con polvo de oro. Tan pronto como salía el sol, emitía un brillo dorado, haciendo que Xi Jinping se sintiera inferior. Esa fue la razón por la cual fue demolida».