El Gobierno chino está decidido a destruir todas las estatuas religiosas situadas al aire libre a lo largo del país independientemente de su ubicación, ya sea en un templo o en una plaza pública.
por Cai Congxin
Deidad budista oculta
La plaza de una comunidad residencial situada en el distrito de Lanshan de la ciudad de Linyi, en la provincia oriental de Shandong, solía tener una estatua de mármol blanco dedicada a Kwan Yin, la diosa de la misericordia. El primer y decimoquinto día de cada mes lunar, numerosos peregrinos acudían al lugar para quemar incienso y adorar a Buda.
A principios de junio, funcionarios del distrito de Lanshan se presentaron en el lugar para realizar una inspección religiosa y declararon que las estatuas de Kwan Yin no están permitidas en la comunidad. «Adorar deidades es equivalente a participar en superstición feudal», proclamaron, añadiendo que China es dominio del Partido Comunista, y la gente solo puede creer en él. Luego amenazaron con despedir a los funcionarios de la comunidad si no derribaban la estatua.
Dado que la plaza comunitaria está rodeada por un bosque, era complicado llevar una grúa u otra maquinaria pesada para demoler la estatua, por lo que los funcionarios de la comunidad tomaron la decisión provisional de ocultarla en un gran jarrón de fibra de vidrio y derribar las pequeñas estatuas budistas situadas en la base de la estatua de Kwan Yin. En la parte inferior de la estatua se colocaron consignas en las que se promovían los valores socialistas centrales, tales como «prosperidad» y «democracia». La yuxtaposición de los caracteres chinos utilizados para escribir «democracia» con Kwan Yin «confinada» en el florero es particularmente irónica.
33 estatuas de Kwan Yin fueron demolidas por la fuerza
La Isla de Kwan Yin, situada en la nueva zona de Zhanghe de la ciudad de Jingmen, en la provincia central de Hubei, es un sitio escénico nacional de nivel 4A que solía tener una composición conformada por 33 estatuas de Kwan Yin: una diosa de la misericordia de 18 metros de altura, rodeada por 32 pequeñas estatuillas, cada una de las cuales medía poco más de un metro de altura.
El 14 de abril, funcionarios de la nueva zona de Zhanghe ordenaron demoler las estatuas de Kwan Yin para «detener la comercialización del budismo y el taoísmo». El trabajo de demolición duró medio mes y costó más de dos millones de yuanes (alrededor de 280 000 dólares).
El público no parecía estar de acuerdo con la justificación dada por el Gobierno para derribar las estatuas. Algunos residentes afirmaron que la razón por la cual el Partido Comunista Chino (PCCh) está llevando a cabo esta campaña tendiente a demoler estatuas budistas es para obtener el control ideológico. Cuando el equipo de inspección del Gobierno central visitó las provincias del sur de China y le preguntó a la población local a quién deberían agradecer por tener una mejor calidad de vida, la mayoría respondió que estaban agradecidos con el Bodhisattva. Esta respuesta enfureció a los funcionarios que no pueden tolerar la devoción de la gente a nada ni a nadie más que al Partido Comunista. En la China comunista, incluso decir «Gracias a Dios» puede dar lugar a una detención.
Una estatua que se encontraba situada en un antiguo templo fue demolida
A mediados de abril, una estatua de Kwan Yin situada en el Templo de Jishan, un templo milenario emplazado en la ciudad de Jingmen de la provincia de Hubei, también fue derribada por órdenes del Gobierno. Según testigos, el día de la demolición, más de 100 personas, entre los que se incluían funcionarios del Gobierno provincial y municipal y miembros de la policía regular y especial, bloquearon el área alrededor del templo y prohibieron el ingreso al mismo. Luego de cuatro días, la estatua de Kwan Yin, de 13 metros de altura, quedó reducida a escombros.
Según una fuente que solicitó permanecer en el anonimato, la orden de derribar la estatua fue emitida por el Gobierno central, y si no se hubiera llevado a cabo, los funcionarios locales habrían sido despedidos de sus puestos.