En la edición de julio-agosto de 2018 de la revista del CESNUR, el sociólogo Massimo Introvigne analiza la noción de fake news, y cómo el PCCh organiza campañas internacionales de fake news para justificar la persecución de ciertos grupos, estudiando el caso de La Iglesia de Dios Todopoderoso.
«Fake news» se convirtió en una palabra familiar en el año 2016 gracias a su uso liberal por parte de Donald Trump, a pesar de que sus oponentes más tarde también lo acusaron de difundir fake news. Desde el año 2016, unos 200 estudios académicos han tratado de definir el concepto de fake news y cómo se diferencian de las noticias falsas o de la desinformación. Ha surgido un consenso acerca de que las fake news son noticias falsas difundidas de manera organizada y sistemática, con esfuerzos constantes para hacerlas parecer verdaderas y con un uso habilidoso de nuevas tecnologías y redes sociales, lo que las distingue de la desinformación propia de la era de la Guerra Fría.
El número 4 del volumen 2 de la revista del CESNUR es el primer tratamiento, abarcando todo un número de la revista, sobre fake news en el campo de la religión, particularmente de los nuevos movimientos religiosos. En la introducción, el sociólogo italiano Massimo Introvigne señala que los regímenes totalitarios que pretenden perseguir a las religiones minoritarias intentan aplastarlas entre la espada y la pared de la persecución religiosa y las fake news. Proporciona el ejemplo del emperador Nerón de Roma, quien reprimió a los cristianos por una variedad de razones religiosas y políticas. Luego trató de justificar una persecución que incluso algunos de sus seguidores consideraron excesivamente cruel, al difundir lo que hoy se llamarían fake news sobre orgías y abuso infantil y finalmente acusando a los cristianos de haber incendiado Roma, un crimen que de hecho fue perpetrado por él mismo. La introducción también señala que Nerón difícilmente habría tenido éxito por sí solo: movilizó a religiosos que temían la competencia cristiana para ayudarlo a difundir sus fake news contra los cristianos.
Uno de los artículos en la edición, escritos por el mismo Introvigne y disponible en varios idiomas, aplica el argumento general a China y al PCCh luego de una revisión exhaustiva de las definiciones académicas de fake news y a través de un estudio de caso de la propaganda china contra La Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT). Introvigne señala que el PCCh comenzó a perseguir a la IDT por razones políticas, mucho antes de que fuera acusada de algún delito. Cuando la persecución llegó a ser conocida internacionalmente y debió ser justificada, el PCCh fabricó una cantidad de fake news, las cuales fueron difundidas con la ayuda de religiones rivales y de los corresponsales en Beijing de algunos medios de comunicación internacionales, quienes deberían haber investigado mejor.
Aunque se mencionan diferentes ejemplos, Introvigne identifica como «la madre de todas las fake news» sobre la IDT a la acusación hecha por el PCCh de que la IDT fue responsable del homicidio de una mujer en un restaurante McDonald’s situado en Zhaoyuan, en el año 2014. Aunque estudios académicos demostraron que el asesinato fue perpetrado por otro nuevo movimiento religioso (aunque con un nombre similar), hasta el día de hoy el PCCh está tratando de hacer leña del árbol caído relacionado con la participación de la IDT en el asesinato perpetrado en el McDonald’s y todavía encuentra medios de comunicación internacionales dispuestos a repetir su propaganda sin verificar sus fuentes. Introvigne informa que, mientras que dos de los asesinos del McDonald’s fueron ejecutados en el año 2015, otros dos, Lü Yingchun y Zhang Hang, están en la cárcel. Los medios de comunicación chinos informaron que fueron exitosamente «reeducadas» en prisión, escribieron voluminosas críticas sobre las «sectas» y fueron recompensadas con reducciones de sentencias. Para probar su «reeducación», las dos mujeres ahora declaran que inicialmente habían sido corrompidas al leer las escrituras de la IDT. No obstante, a pesar de la larga permanencia en la cárcel, Zhang Hang aún afirma que su movimiento creía que Dios había regresado a la Tierra en la persona dual de su hermana Zhang Fan (quien fue ejecutada en el año 2015) y Lü Yingchun; una creencia que obviamente sería anatema a la IDT y una vez más aclara que el grupo que perpetró el crimen del McDonald’s y la IDT son grupos distintos y no relacionados, con doctrinas muy diferentes.
Todavía en el año 2018, mientras la persecución de la IDT se intensificaba con una oleada masiva de arrestos, el PCCh aún intentaba atribuir el homicidio a la IDT, al citar como fuentes confiables a la BBC y otros medios de comunicación occidentales, olvidando convenientemente que ellos eran los que habían creado las fake news en primer lugar. «Fue, concluye Introvigne, un caso interesante de ‘fake news sobre fake news‘, demostrando una vez más que, después de varios años, el PCCh todavía sintió la necesidad de referirse al asesinato del McDonald’s para justificar la persecución».