Los comentarios sobre la prohibición del Gobierno de jugar juegos en línea durante un feriado nacional en el mes de abril dieron lugar a que numerosos jugadores jóvenes fueran interrogados por las autoridades.
por Xiao Baiming
El 4 de abril de este año, día en el que se celebró el Festival Qingming, a menudo conocido como el “día de barrido de tumbas”, en el cual se les rinde tributo a los antepasados fallecidos, a causa del coronavirus se prohibieron en todo el país todas las actividades de entretenimiento público. Incluso los juegos en línea fueron prohibidos. Al sentirse enfurecido por la prohibición, un estudiante de secundaria de 17 años se quejó en línea afirmando que «los mártires muertos le impedían jugar». Poco después, la policía local lo convocó para saber si el comentario había sido publicado como «resultado de su mal humor o porque estaba en contra del Gobierno».
«Parece que mi vida ahora tiene una mancha indeleble», afirmó el estudiante, preocupado de que su comentario tenga un efecto duradero en su futuro en lo referente a buscar empleo, unirse al ejército o viajar al extranjero. “La policía me advirtió que no publicara más mensajes desfavorables contra el Gobierno. Dijeron que los que lo hagan podrían ser penalmente responsabilizados. Durante el brote epidémico, las personas que publicaron comentarios negativos terminaron en prisión. Los oficiales me ordenaron publicar información con ‘energía positiva’”.
En China, los que poseen antecedentes penales o se considera que tienen «una postura política incorrecta» no pueden obtener un empleo en la administración pública ni alistarse en el ejército, además de ello, pueden ser incluidos en una lista negra, sometidos a vigilancia o verse imposibilitados de viajar. Los que critican al Gobierno o a sus líderes incluso pueden ser encarcelados. En medio del brote de coronavirus, la censura en Internet se intensificó aún más.
El 5 de abril, la policía cibernética de la provincia oriental de Jiangsu informó que seis internautas, entre los que había tres menores, fueron sancionados por publicar «comentarios inapropiados» sobre la prohibición de jugar en línea durante el “día de barrido de tumbas”, los cuales «hirieron los sentimientos del pueblo y causaron efectos adversos».
Los internautas de China se sienten asustados y enfadados, muchos de ellos comentan que, en el marco de la actual censura, incluso la más mínima desviación de la ideología del PCCh puede conducir a la cárcel. Muchos piensan que la mayor parte de los comentarios sobre la prohibición de jugar en línea fueron inocentes y que no había necesidad de que la policía se involucrara.
Una estudiante de primaria, menor de 12 años, fue convocada por la policía por haber publicado en WeChat, la plataforma de mensajería de China, una broma en medio del brote de coronavirus, afirmando que «Xi Jinping arruina a China». Los oficiales le preguntaron a la joven por qué había publicado el comentario en línea, y si alguna vez había utilizado algún tipo de software para poder eludir el cortafuegos de China y así acceder a información anticomunista. La joven tuvo que escribir declaraciones de arrepentimiento y garantía, en las que prometía no volver a efectuar comentarios de ese tipo.
«Nunca más efectuaré comentarios irresponsables», afirmó la estudiante luego de la terrible experiencia.
Del mismo modo, una estudiante de secundaria fue convocada por la policía luego de haberse quejado en QQ, un servicio de mensajería instantánea, afirmando que el presidente Xi Jinping ocultaba información sobre el coronavirus y sobre la verdadera cantidad de personas infectadas y fallecidas a causa del mismo. Los oficiales le dijeron a la joven que si hubiera sido adulta podría haber sido condenada a prisión. La misma fue liberada luego de escribir una declaración en la que se comprometía a nunca más volver a enviar «mensajes inapropiados».
Un pariente de la joven le dijo a Bitter Winter que el secretario de la aldea le había informado a la familia que se trataba de «un caso grave», que podría afectar su futuro. «Sus familiares le suplicaron a la policía», añadió el pariente. «Cuando regresó de la estación de policía, la regañaron por hablar sobre ‘asuntos del país’ en las redes sociales, a pesar de que comparten sus opiniones».