Debido a que el Gobierno está intensificando su «educación patriótica”, los estudiantes chinos están siendo cada vez más imbuidos de ideología comunista.
por Wang Yong
En un discurso pronunciado en el año 2016, el presidente Xi Jinping proclamó que «el pueblo solo puede ser realmente educado si experimenta las dificultades de la era revolucionaria». En un simposio celebrado en Pekín en marzo de este año, el mismo les dijo a los profesores de teoría ideológica y política que «es esencial abrir y mejorar gradualmente los cursos de teoría ideológica y política en las escuelas primarias, secundarias y terciarias, lo cual es una importante garantía para capacitar a las generaciones futuras y que estén bien preparadas para unirse a la causa socialista».
A fin de hacer cumplir las directivas del líder, las escuelas de toda China comenzaron a organizar viajes de estudio «rojos» para que los estudiantes puedan experimentar de primera mano la vida de los héroes revolucionarios chinos. Complementando otras medidas de educación patriótica ya vigentes, los viajes se están convirtiendo en una parte integral de la experiencia de aprendizaje general de los estudiantes en las escuelas.
El 25 de octubre, más de 1100 estudiantes de secundaria y preparatoria del condado de Feng, administrado por la ciudad de Baoji, en la provincia noroccidental de Shaanxi, vestidos con uniformes del Ejército Rojo y portando banderas y bolsos del ejército, se embarcaron en un tren especial para viajar a la ciudad de Yan’an –la tierra sagrada revolucionaria de China–. Todos participaban de un viaje estudiantil bajo el tema «Heredar el gen rojo y ser valientes para convertirse en la nueva generación de los tiempos», organizado por sus escuelas.
Durante el viaje de cuatro días, los estudiantes visitaron el Salón Conmemorativo Revolucionario de Yan’an y otros sitios históricos dedicados a las luchas y victorias de los comunistas chinos en la década de 1930 en la que entonces se consideraba la «capital roja» de China. También vieron obras de teatro y escucharon informes y relatos sobre los héroes de la revolución proletaria que «peleaban sangrientas batallas y libraban arduas luchas».
Los padres de cada estudiante tuvieron que pagar más de 1000 yuanes (alrededor de 140 dólares) para el viaje. Tras su regreso, los estudiantes tuvieron que escribir sobre su experiencia y sobre lo que pensaban del «espíritu revolucionario». Si los ensayos no eran del agrado de los profesores, los niños tenían que reescribirlos.
Después de que, en noviembre de 2016, el Ministerio de Educación, en cooperación con otras instituciones del Gobierno central, preparara y adoptara las Opiniones sobre la promoción de viajes de estudio para estudiantes de primaria y secundaria, las visitas a bases revolucionarias se están convirtiendo en una parte integral de los programas de enseñanza en las escuelas de toda China.
La participación en viajes de estudio debe añadirse a otras actividades de práctica social para niños de escuelas primarias y secundarias, con el objetivo de profundizar su comprensión de los valores socialistas centrales. Algunas escuelas ya han añadido las visitas a bases revolucionarias a los requisitos de graduación de los estudiantes. El Departamento de Educación de la provincia de Henán emitió un aviso en el que se enumeran las escuelas que han sido seleccionadas para implementar la exigencia de manera experimental.
“Los viajes de estudio serán añadidos a los planes de enseñanza y otorgarán créditos como cualquier otro curso escolar. Los padres no tienen derecho a estar en desacuerdo», le comentó a Bitter Winter el padre de un estudiante procedente de Henán.
Durante la última década, el Gobierno chino ha estado promoviendo el llamado «turismo rojo», gastando considerables cantidades de dinero para la creación de parques temáticos comunistas y para desarrollar infraestructura a su alrededor. El esquema del Programa para el Desarrollo del Turismo Rojo a nivel nacional de 2016 a 2020, emitido por el Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh) y el Consejo de Estado en el año 2017, exige que los estudiantes de escuelas primarias y secundarias, colegios y universidades combinen actividades sociales y de turismo rojo. Como parte de la educación patriótica y revolucionaria, se deben organizar viajes de estudio a lugares escénicos de turismo rojo para todos los estudiantes.
Las visitas de estudio rojas rigurosamente promocionadas por el Gobierno central actualmente están siendo organizadas a lo largo de toda China. El 21 de noviembre, más de 200 estudiantes de primaria procedentes de la ciudad de Ganzhou, en la provincia suroriental de Jiangxi, vestidos con uniformes del Ejército Rojo y cantando canciones patrióticas, iniciaron un viaje a Jinggangshan –una ciudad a nivel de condado que limita con la provincia de Hunan, considerada «la cuna de la revolución china»– para experimentar las luchas de los comunistas chinos y los soldados del Ejército Rojo en la década de 1920.
Video: Estudiantes de primaria procedentes del condado de Wan’an, en Jiangxi, realizan actividades en el Cementerio de los Mártires Revolucionarios de Jinggangshan.
«Pocos estudiantes de mi clase estaban dispuestos a hacer el viaje, pero el profesor nos dijo que si no participábamos del mismo no obtendríamos puntos de crédito por nuestras actividades sociales», le dijo a Bitter Winter un estudiante de secundaria procedente de la provincia nororiental de Liaoning. “Esto significa que no obtendremos un certificado de graduación. Debido a ello, todos mis compañeros, excepto un niño enfermo, participaron del viaje».
«Los niños de esa edad ignoran los asuntos mundanos, pero la educación escolar ahora está relacionada con ‘el amor por el Partido’ en todos los aspectos. Esta es una educación anormal”, afirmó un padre.
«Durante el viaje, el profesor nos exigió jurar lealtad al Partido», le dijo a Bitter Winter un estudiante de secundaria de Jiangxi que asistió a un viaje de estudios rojo. “Cuando recitamos ‘luchar por el comunismo durante toda mi vida, estar dispuesto en todo momento a sacrificarlo todo por el Partido y el pueblo, y nunca traicionar al Partido’, me sentí sumamente confundido: ¿Qué debería sacrificar por el Partido y el pueblo?».
“La educación política de los jóvenes se está acelerando. Se les exige que memoricen historias heroicas y vean programas patrióticos y desfiles militares en la televisión. Tienen que escribir ensayos sobre lo que piensan de todo esto. Además de eso, ahora tienen que participar en viajes de estudio rojos”, afirmó un profesor procedente de Henán. “La política se ha vuelto más importante que el aprendizaje, similar a lo que sucedía durante la Revolución Cultural».