Además de las innumerables personas torturadas hasta la muerte a causa de sus creencias religiosas, algunas personas en China eligen morir antes que vivir una vida sin fe o mueren intentando escapar de la persecución.
por Yao Zhangjin
Una creyente muere tratando de escapar de la policía
Li Sulian, de 57 años, miembro de la Iglesia de Dios Todopoderoso (IDT), vivía en el condado de Yucheng bajo la jurisdicción de la ciudad de Yongcheng, en la provincia central de Henán. Murió el 7 de mayo, cuando agentes de policía intentaron detenerla como parte de la campaña a nivel provincial tendiente a reprimir a creyentes de la IDT. Residentes del vecindario donde vivía Li Sulian le relataron a Bitter Winter los eventos que dieron como resultado su trágico fallecimiento.
Aproximadamente a las 2 de la tarde de ese fatídico día, unos ocho policías fueron a detener a la Sra. Li luego de haber descubierto días atrás, tras arrestar a un compañero de fe, que ella y la persona detenida habían estado en contacto de manera constante. Los oficiales llamaron a su puerta, afirmando que eran personal de administración de propiedades, pero Li Sulian, quien se encontraba en el interior del apartamento, no los atendió. La policía se quedó afuera esperando, y alrededor de las 7:30 de la tarde, cuando uno de los miembros de su familia regresó a su hogar, aprovecharon la oportunidad para ingresar al apartamento. No hallaron a Li Sulian, pero detuvieron a su familiar.
Media hora después, un vecino descubrió el cuerpo sin vida de Li Sulian en la terraza del tercer piso del edificio. Alrededor de su cintura había un trozo de sábana rasgada, y la otra parte estaba sujeta a una barandilla de la ventana. Presumiblemente, Li Sulian había intentado escapar trepando por la ventana con la ayuda de la sábana, la cual se había roto, causando la caída y posterior muerte de la creyente.
La Iglesia de Dios Todopoderoso –el mayor nuevo movimiento religioso cristiano chino– es severamente perseguida, y muchos de sus miembros han sido arrestados y sometidos a brutales torturas. Solo el año pasado, más de 20 miembros de la IDT fueron perseguidos hasta la muerte y algunos han sido sentenciados a penas de prisión de hasta 15 años. Durante el primer semestre de este año, al menos 319 miembros de la IDT han sido arrestados en la provincia de Henán.
“Un arresto significa tortura e incluso podría terminar en confinamiento durante varios años. Si hubiera sido yo, también habría buscado una forma de escapar”, afirmó un creyente que conocía bien a Li Sulian.
El propietario de una fábrica de incienso muere a causa del colapso económico de su empresa
Desde el inicio de la represión religiosa puesta en marcha el año pasado, numerosos templos budistas han sido sellados o arrasados hasta los cimientos, una gran cantidad de estatuas de deidades han sido demolidas y numerosos objetos relacionados con la fe han sido destruidos. La represión también ha afectado a los comerciantes de suministros budistas ya que las autoridades destruyen sus negocios al prohibir tradiciones budistas tales como la quema de incienso en los templos.
La aldea de Guogongying, bajo la jurisdicción de la ciudad de Baoding, en la provincia norteña de Hebei, albergaba cerca de 200 fábricas de incienso; siendo la misma la principal fuente de ingresos de los residentes. Como resultado de las campañas represivas contra el budismo llevadas a cabo en China, numerosas fábricas de incienso se han visto obligadas a cerrar sus puertas y solo unas pocas docenas lograron sobrevivir.
Durante años, las fábricas de la aldea recibirían grandes pedidos antes del festival de templos, el cual se celebra el tercer día del tercer mes lunar de cada año. El festival de este año se iba a celebrar el 7 de abril, pero la prohibición de quemar incienso ha dejado a las fábricas en una situación problemática. Una de ellas había producido incienso por valor de aproximadamente 100 000 yuanes (alrededor de 14 130 dólares), pero no pudo venderlo debido a las restricciones impuestas por el Gobierno. El dueño de la fábrica en cuestión se sintió tan estresado a causa de ello que sufrió un ataque al corazón. Murió poco después, a la edad de 48 años.
“Su corazón siempre fue débil. Pero con tantos productos que no pudieron venderse, no pudo seguir adelante», afirmó la esposa del dueño, sin poder contener las lágrimas mientras hablaba del fallecimiento de su esposo.
Los aldeanos le dijeron a Bitter Winter que un mes antes del festival de templos de este año, funcionarios de la Agencia de Asuntos Étnicos y Religiosos llegaron a la aldea para inspeccionar las fábricas y les prohibieron producir incienso. La razón oficial esgrimida fue que «se había instalado un equipo de gas natural en la aldea, y esto podría causar una explosión». Los funcionarios recién abandonaron la aldea cuando finalizó el festival.
«Algunos países le están pidiendo a la gente que reduzca la quema de incienso para proteger el medio ambiente, pero el cruel enfoque del Partido Comunista Chino (PCCh) de destrozar quemadores de incienso por doquier y prohibir el incienso es diferente. El PCCh está esencialmente restringiendo las actividades religiosas”, afirmó el dueño de una de las fábricas de incienso.
Al ser presionada para que renuncie a su fe, una anciana se suicida
Desde que el presidente Xi Jinping llegó al poder, ha intensificado continuamente los esfuerzos para «limpiar» el Partido, castigando a numerosos miembros religiosos del PCCh.
La Sra. Zhang, procedente de la provincia suroccidental de Sichuan, fue miembro del PCCh durante 54 años. En el año 2011, encontró a Dios y se unió a la Iglesia del Verdadero Jesús, una iglesia de las Tres Autonomías aprobada por el Gobierno.
Según fuentes cercanas a la familia de la Sra. Zhang, la mujer de 72 años había sido criticada repetidamente a causa de su creencia en Dios. A finales de marzo, en una ocasión, fue convocada a una reunión y criticada a causa de su fe frente a 100 miembros del Partido. Un funcionario de la aldea le dijo que debería abandonar el Partido si continuaba con sus creencias religiosas, amenazándola con que esta medida afectaría negativamente el futuro de sus hijos y nietos.
Según amigos de la Sra. Zhang, la misma se veía mal tras la reunión. Le había dicho a otro fiel de su iglesia que se sentía demasiado avergonzada como para ver a alguien, afirmando que bien podría estar muerta. Pocos días después, el subsecretario de la aldea se dirigió a su hogar para hablar con ella.
En la tarde del 2 de abril, familiares de la Sra. Zhang la hallaron inconsciente e inmediatamente la llevaron al hospital. Resultó que había ingerido pesticida. La Sra. Zhang falleció el 19 de abril.
«Ella no podía renunciar a su creencia en Dios, pero si hubiera abandonado el Partido habría afectado a sus hijos y nietos. Como consecuencia de ello, se sentía triste y preocupada de que su expulsión del Partido obstaculizaría las perspectivas de su familia. El Gobierno la ha empujado al suicidio», le dijo a Bitter Winter uno de los familiares de la Sra. Zhang.
Desde creyentes regulares, quebrantados a causa de continuas intimidaciones y persecuciones, hasta clérigos de alto rango, agotados por el sofocante control del régimen, cada vez son más los fieles que se convierten en víctimas colaterales de los despiadados abusos del PCCh. Trágicamente, eligen morir antes que vivir una vida sin fe ni libertad.
(Última actualización el 15 de septiembre de 2020)