Un reportero de Bitter Winter logró hablar con un detenido en uno de los «campos de transformación por medio educación» para musulmanes locales en Sinkiang, donde se encuentran recluidos más de 1200 hombres y mujeres.
El «campo de transformación por medio de educación» se encuentra en un edificio de tres pisos rodeado por el desierto de Gobi. No hay letreros en la entrada principal de la instalación, y la misma está bloqueada por una valla de hierro con agentes de policía armados que la protegen. Los familiares de los detenidos que han ido de visita y el personal comunitario se reúnen en el patio esperando entrar. Los guardias primero llaman al personal comunitario y luego llaman por nombre a los familiares visitantes, los cuales más tarde son llevados a una gran sala de recepción para que esperen.
El campo cuenta con tres pequeñas salas de recepción, por lo que una vez que se dice al nombre de un detenido, el personal lleva a su visitante a una sala de recepción más pequeña para una reunión de 20 minutos, el tiempo máximo permitido para cada visita. Dentro de la habitación, dos empleados del campo registran la tarjeta de identidad de cada visitante. También graban la conversación entre visitantes y detenidos, mientras dos oficiales hacen guardia en la puerta.
Un musulmán detenido llamado Ma Gang (seudónimo), un hombre de aspecto muy delgado, es escoltado a la habitación. Por su mirada de sorpresa, es evidente que no sabía que sus familiares iban a visitarlo hoy, lo cual provoca que sus ojos se llenen de lágrimas. Sus familiares sacan rápidamente algunas frutas y otros alimentos, tratando de ocultarlos de la vista de los guardias. Cuando se le preguntó sobre las condiciones en la instalación, Ma Gang respondió que otros 12 detenidos comparten habitación con él; duermen de costado, amontonados, y el lugar se torna sofocante. Cada mañana, son obligados a estudiar los discursos del presidente Xi Jinping. Por la tarde, deben escribir «informes ideológicos» y describir lo que han aprendido. Tan pronto como los guardias escucharon a Ma Gang hablar sobre las condiciones en el campo, dieron por finalizada la visita. Ma Gang pareció sorprendido, pero rápidamente se levantó y se fue sin mirar hacia atrás. Sus familiares quisieron despedirse pero fueron detenidos. La reunión duró incluso menos que los 20 minutos permitidos.
Más tarde, sus parientes explicaron que Ma Gang creció en un hogar religioso musulmán y que a menudo predicaba, a veces incluso a través de su teléfono móvil, lo que provocó que las autoridades lo controlaran. En enero de 2018, dos oficiales de la comunidad arrestaron a Ma Gang y, diez minutos después, dos policías locales llegaron a su hogar y lo allanaron sin presentar credenciales, confiscando finalmente varios libros sobre el Islam.
Según fuentes internas, más de 1200 hombres y mujeres de los grupos étnicos Hui y Uigur se encuentran en este particular «campo de transformación por la educación». Los miembros de la familia pueden hablar con ellos una vez al mes utilizando la tecnología de videollamadas. El PCCh ha categorizado a los detenidos del campo en tres niveles. En el primer nivel, los detenidos son «obedientes y de buen comportamiento» y tienen la oportunidad de irse después de completar su «transformación por medio de educación». El segundo nivel es para «inquebrantables y desafiantes» y su liberación es incierta. El tercer nivel es para aquellos que no serán liberados y podrían enfrentar condenas de prisión. Como Ma Gang permanece firme en su fe islámica, ha sido designado para el segundo nivel.
Según sus familiares, desde que Ma Gang fue detenido, nadie se atreve a entrar en contacto con ellos. La familia tiene temor de buscar ayuda a través de conocidos o contactos, ya que Chen Quanguo, secretario del Comité de la Región Autónoma Uigur de Sinkiang del PCCh, ha decretado que: «¡Quien se atreva a dejar salir a alguien de los campamentos, también verá cómo su familia es arrestada!»
Informado por Li Zaili