El destacado profesor de derecho ha sido acusado de «buscar prostitutas», un pretexto frecuentemente utilizado para detener a los opositores del PCCh.
por Massimo Introvigne
Xu Zhangrun (許章潤), nacido en el año 1962, es profesor de derecho en la prestigiosa Universidad de Tsinghua emplazada en Pekín. Se hizo famoso a nivel nacional e internacional por una serie de ensayos en los que denunciaba el creciente autoritarismo prevaleciente en la vida del pueblo chino bajo el régimen de Xi Jinping. A partir del año 2018, fue repetidamente disciplinado por su universidad, cuyas medidas a su vez dieron lugar a protestas de destacados intelectuales chinos. En abril de 2019, sus cursos fueron cancelados.
El profesor Xu fue arrestado en Pekín el 6 de julio. Su esposa fue informada de que, durante una visita a la provincia de Sichuan, Xu había estado «buscando prostitutas». Este no solo es un pretexto frecuentemente utilizado por la policía del Partido Comunista Chino (PCCh) para incriminar a los disidentes, sino que, antes de ser detenido, Xu les había dicho a sus amigos que «tratarían de detenerlo utilizando el pretexto de que estaba buscando prostitutas», y que estaba siendo sumamente cuidadoso para no ofrecerle a la policía ningún pretexto para que eso sucediera. No obstante, el PCCh había decidido atraparlo sea como sea.
Existen versiones contrapuestas de cómo se efectuó el arresto. Un vecino afirmó que 20 oficiales de policía habían llegado en más de diez vehículos, mientras que otro (quizás amenazado tras el incidente) afirmó que solo dos o tres agentes ingresaron al hogar de Xu.
Lo que probablemente determinó que el PCCh incriminara al profesor Xu en el supuesto caso de prostitución en Sichuan es la circulación a nivel internacional de un artículo que escribió sobre la pandemia de COVID-19. En el mismo, Xu declaró que: “La epidemia de coronavirus puso al descubierto el corrupto núcleo del Gobierno chino; el frágil y vacío corazón de la temblorosa estructura del Estado queda expuesto como nunca antes”. El mismo también expresó la esperanza de que, debido a la crisis provocada por el virus, tanto China como el mundo vean las verdaderas intenciones del corrupto totalitarismo de Xi Jinping. «Solo podemos esperar que nuestros compatriotas chinos, tanto jóvenes como viejos, finalmente tomen en serio estas lecciones y abandonen su largamente practicada aquiescencia servil», escribió Xu. «Ya es hora de que el pueblo confíe en su propio juicio racional y se niegue a sacrificarse una vez más en el altar de los que detentan el poder».
Xu concluyó efectuando un llamamiento al pueblo chino: “Enfurézcanse contra esta injusticia; dejen que sus vidas ardan con una llama de decencia; ábranse camino a través de la anquilosante oscuridad y denle la bienvenida al amanecer. Luchemos juntos con nuestros corazones y mentes, también con nuestras propias vidas. ¡Abracemos el calor de un sol que le ofrece libertad a esta vasta tierra nuestra!”.
El arresto del profesor Xu confirma que quienes buscan la libertad para China ponen en peligro sus vidas.