Autoridades de la ciudad de Taizhou buscaron expropiar las tierras de los habitantes de la villa y forzaron a los quejosos a entregar sus propiedades, amenazándolos con implicar a sus familiares.
En mayo de este año, las autoridades locales ordenaron a los residentes del pueblo de Sanzhou, en el condado de Tiantai, que dejaran su casa y firmaran un documento donde entregaban legalmente sus tierras al Gobierno. El acuerdo estipulaba que la reubicación debía ser voluntaria y que no se utilizarían medios coercitivos.
Aunque la mayoría de las familias accedieron, cuatro decidieron enfrentar a las autoridades, ya que temían perder su fuente de ingresos y no estaban dispuestas a asumir las pérdidas, que ascendían a 300 000 yuanes o casi 43 000 dólares, debido a la reubicación.
Las autoridades amenazaron verbalmente a las familias quejosas durante varios meses, pero el 28 de septiembre las castigaron duramente. Se presentaron más de 60 empleados del Gobierno local, la estación de policía, el centro de salud, el departamento de gestión territorial y otros departamentos.
De inmediato, todos tomaron sus posiciones y cada casa fue custodiada al menos por tres empleados. Jiang Jinfu (seudónimo), el más activo de los manifestantes, fue perseguido en particular. Los funcionarios del Gobierno lo capturaron a él y a su esposa, torciéndoles los brazos por detrás de la espalda.
Después de eso, los oficiales de policía abrieron a golpes la puerta de la escalera de la casa del señor Jiang e irrumpieron en la parte alta del edificio. Luego utilizaron cinco martillos eléctricos para hacer agujeros en el techo y, posteriormente, cortaron el suministro eléctrico de su casa.
El jefe adjunto del Gobierno local reprendió al señor Jiang y le dijo: “Usted se está enfrentando al Gobierno. Lo vamos a convertir en un ejemplo y vamos a arrasar con las casas de todos los aldeanos desobedientes”. Su esposa se desmayó de la impresión al escuchar esta declaración, pero, aun así, el señor Jiang se negó a hacer la voluntad del Gobierno.
Dos semanas más tarde, fue forzado a presentarse en las oficinas del Gobierno local. Se le amenazó nuevamente y se le dijo: “Usted no es quien está a cargo, sino el Gobierno. Llevaremos su caso a la corte, y si la corte declara que su casa debe ser demolida, así será”.
Cuando, aun así, el señor Jiang se negó a ceder, los oficiales fueron un paso más allá y lo amenazaron: “Si no firma el acuerdo para el 20 de octubre, su hija y su yerno serán despedidos de su puesto como maestros de inmediato. También declararemos su casa como una ‘construcción en ruinas’ y será demolida, independientemente de si firma o no”.
El señor Jiang no quería que su hija y su yerno perdieran su empleo por su culpa y, así, cedió ante las autoridades. De acuerdo con los reportes, este método de ‘culpa por asociación’ es una táctica que comúnmente emplea el Partido comunista. Aunque los habitantes de la villa y el señor Jiang están muy molestos por semejante intimidación y chantaje, no tuvieron otra opción más que obedecer.
Informado por Lin Yijiang