El activista que denunció las atrocidades perpetradas en China debería permanecer encarcelado al menos hasta el 10 de julio, mientras que en Kazajistán continúan las fuertes presiones chinas.
Massimo Introvigne
El 7 de junio de 2019, el Tribunal de Justicia de Nur-Sultan (anteriormente Almaty) resolvió mantener a Serikzhan Bilash, el director de la organización Atajurt, bajo arresto domiciliario hasta el 10 de julio.
Tras su detención acaecida el 10 de marzo, Serikzhan Bilash ya estaba bajo arresto domiciliario en espera de ser enjuiciado, por «incitar al odio étnico». A través de personas en Kazajistán, Serikzhan reunió información sobre los kazajos étnicos perseguidos en China y le entregó dicha información a organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos.
El fiscal se centró en las supuestas declaraciones de Bilash en las que pedía «yihad contra los chinos» y proporcionó un video de un discurso que pronunció en una reunión pública celebrada en el mes de febrero. No obstante, Bilash afirma que los comentarios en el video están fuera de contexto.
La abogada principal, Aiman Umarova, participó en la videoaudiencia en Almaty. La misma le solicitó a la corte que liberara al acusado bajo fianza. No obstante, el juez rechazó la solicitud y decidió mantener a Serikzhan Bilash bajo arresto domiciliario al menos durante un mes más.
Manifestantes acudieron a la audiencia con carteles que decían «¡China detente!». Le pidieron al tribunal que liberara al director de la organización y afirmaron que la presión china va más allá de la detención de Bilash.