Debido a la ayuda que reciben del Estado, a los residentes religiosos de bajos recursos se les exige renunciar a su fe, de lo contrario, se les retirarán sus beneficios.
por Zhang Feng
El brote de coronavirus ha afectado significativamente la economía de China y el sustento de la población, principalmente a los hogares de bajos recursos. Sin mucha ayuda del Estado en medio de la pandemia, los residentes religiosos también son obligados a renunciar a su fe, de lo contrario, se les cancelan sus beneficios de bienestar.
En el mes de abril, el Gobierno de un poblado administrado por Linfen, una ciudad a nivel de prefectura de la provincia norteña de Shanxi, convocó a los funcionarios de todas las aldeas bajo su jurisdicción a una reunión. A los participantes de la reunión se les ordenó que retiraran las cruces y los símbolos y las imágenes religiosas de los hogares de las personas de fe que recibían prestaciones sociales y los reemplazaran con retratos de los presidentes Mao y Xi Jinping. Los funcionarios recibieron instrucciones de anular los subsidios de quienes protestaran contra dicha orden.
Un miembro de una iglesia de las Tres Autonomías emplazada en una de las aldeas le dijo a Bitter Winter que los funcionarios locales quitaron todos los dísticos religiosos y un calendario que contenía una imagen de Jesús de su hogar, y en su lugar colocaron un retrato de Mao Zedong. «Los hogares religiosos empobrecidos no pueden recibir dinero del Estado por nada, deben obedecer al Partido Comunista en agradecimiento por el dinero que reciben», el creyente recordó cómo lo regañó el funcionario.
Un predicador perteneciente a una iglesia doméstica recibió una visita de funcionarios locales en el mes de mayo. Los mismos quitaron una cruz e imágenes de Jesús de su hogar, y en su lugar colocaron un retrato de Mao Zedong. «A todos los hogares de bajos recursos del poblado se les dijo que debían colocar imágenes de Mao Zedong», afirmó el predicador con ira. «El Gobierno está tratando de eliminar nuestras creencias y quiere convertirse en Dios y reemplazar a Jesús».
La política está siendo implementada en otras localidades de China. En el mes de abril, el Gobierno de la ciudad de Xinyu, de la provincia suroriental de Jiangxi, le retiró a un cristiano discapacitado su subsidio mínimo de subsistencia y un subsidio mensual por discapacidad de 100 yuanes (alrededor de 14 dólares).
«Los funcionarios me dijeron que, si mi esposo y yo continuábamos asistiendo a los servicios de culto, seríamos tratados como elementos contrarios al Partido», se lamentó la esposa del hombre.
Una miembro de la Iglesia de las Tres Autonomías procedente del condado de Poyang de Jiangxi, de aproximadamente 80 años, fue eliminada de la lista de asistencia del Gobierno por haber dicho «gracias a Dios» después de recibir su subsidio mensual de 200 yuanes (alrededor de 28 dólares) a mediados de enero. «En lugar de ello, esperaban que elogiara la bondad del Partido Comunista», afirmó la creyente.
A mediados de mayo, un funcionario de una aldea administrada por la ciudad de Heze en la provincia oriental de Shandong irrumpió en el hogar de un cristiano local y colocó retratos de Mao Zedong y Xi Jinping. “Estos son los dioses más importantes. Si quieres adorar a alguien, son ellos”, el creyente recordó lo que dijo el funcionario mientras colocaba los retratos en la pared.
Una cristiana procedente de la ciudad de Weihui, en la provincia central de Henán, ha estado cuidando y manteniendo a sus dos hijos sola luego de que su esposo muriera inesperadamente hace más de diez años. La misma comenzó a recibir un subsidio mínimo de subsistencia estatal en el año 2016. A principios de abril, un funcionario de la aldea le ordenó a la mujer que firmara una declaración en la que renunciaba a su fe y destruyera todos los símbolos cristianos existentes en su hogar. Como se negó a hacerlo, su subsidio fue cancelado.
A una mujer procedente de la ciudad de Shangqiu de Henán, de aproximadamente 70 años, se le canceló su subsidio mínimo de subsistencia el 14 de abril porque funcionarios gubernamentales hallaron la imagen de una cruz en la puerta de su hogar. «La quitaron inmediatamente», recordó la anciana cristiana. «Luego de ello, tanto mi subsidio mínimo de subsistencia como mi subsidio para alivio de la pobreza fueron cancelados. Estoy siendo conducida a un callejón sin salida. Tengo diabetes y debo aplicarme inyecciones regularmente».
«Esa pequeña cantidad de dinero que recibía del Gobierno era su pan de cada día», comentó un vecino. «Pero fue cancelado debido a la imagen de una cruz, causándole un gran daño a esta mujer».