Fuente: South China Morning Post
El South China Morning Post informa sobre la campaña del gobierno chino para liberar a la región Autónoma Hui de Ningxia de lo que considera una tendencia preocupante hacia la islamización y arabización. Las restricciones son parte de un esfuerzo por “Chinificar a la religión”, una política introducida por el presidente Xi Jingping en 2015 para alinear a las religiones con la cultura china y la autoridad absoluta del partido.
A lo largo de Ningxia, la decoración islámica y los signos árabes han sido retirados de las calles y no se permite construir nuevas mezquitas de estilo árabe. El gobierno tiene planeado remodelar algunas de las mezquitas actuales para que parezcan templos chinos. Las llamadas a la oración están prohibidas en Yinchuan por considerarlas contaminación acústica, los libros sobre el islam y las copias del Corán han sido retiradas de los mostradores en las tiendas para turistas, se ha obligado a algunas mezquitas a quitar las clases públicas de árabe y se le ha pedido a una serie de escuelas árabes privadas que cierren.
La inquietud crece entre los más de 10 millones de miembros de la comunidad Hui que son descendientes de los mercaderes de la Ruta de la Seda provenientes de Arabia y Asia Central. Por décadas, los musulmanes hui han sido ampliamente dejados tranquilos para poder practicar su fe.
A medida que las autoridades incrementan su control sobre Ningxia, los analistas temen que la región pueda pronto ser sometida a las mismas medidas represivas que los musulmanes uigures en Sinkiang. Temen que Pekín pueda estar usando a Ningxia como un plan piloto para sus políticas en Sinkiang, antes de aplicarlas en todas partes.