El clero perteneciente a la Iglesia de las Tres Autonomías se ve obligado a interpretar la Biblia a través del prisma de la cultura tradicional china; siendo dicha exigencia parte de la campaña del PCCh tendiente a hacer que las religiones sean "más chinas".
Numerosos miembros de iglesias prohibidas fueron encarcelados, algunos de ellos fueron sentenciados a 15 años de prisión
Los creyentes que se resisten a ser controlados por el régimen comunista de China a menudo son arrestados e interrogados, sin tener en cuenta su avanzada edad ni de su deteriorado estado de salud.